La ortopedia si bien es una fase de tratamiento independiente, está íntimamente ligada a la ortodoncia pues la primera nos resuelve el problema de mal oclusión (mala mordida) desde su origen, que está en los huesos maxilares, y la segunda nos resolverá el acomodo y alineación de los dientes propiamente.

Un razonamiento sencillo es el preguntarse por qué salen chuecos los dientes... Si bien la causa tiene un componente hereditario, el desarrollo de los huesos se ve afectado también por factores ambientales o vicios, como chuparse el dedo, respirar por la boca, roncar al dormir, meter la lengua o el labio entre los dientes, etc. Esto hace que los huesos no se desarrollen de forma adecuada con el subsecuente apiñamiento cuando comiencen a salir los dientes. De aquí viene entonces la causa de presentar un perfil facial "de pajarito" o de "Felipito", o a la inversa, de tener un prognatismo (la mandíbula salida).

Es esencial el rango de edad para poder brindar esta terapéutica, el cual está entre los seis y los 13 años ya que dependemos del crecimiento y desarrollo del niño. Aún así, al realizar nuestros estudios podremos determinar si en los límites de este rango es aún viable hacer este tratamiento.

Una vez concluido este tratamiento, idealmente será necesario evaluar si se requerirá el tratamiento de ortodoncia la cual será mucho más sencilla y de menor duración.